EDITORIAL | Autor: Lic. José Luis Dranuta | 01-12-2016
Dios juega a los dados
Y los boludos inventamos fábulas
Un niño escuálido guió a los rescatistas en el accidente del avión del Chapecoense; pero luego el niño desapareció. La esposa de un sobreviviente cuenta que habÃan perdido el pasaporte en la vÃspera y que ella tuvo un mal presentimiento; le pidió a Alan Ruschel que no viaje. El piloto que mandó un mensaje que parecÃa de despedida, casi sin explicación. La gente común que opina, se mete, califica de milagrosa o angelical la intervención del niño guÃa para luego, redes sociales mediante, perderse en cataratas de insultos por opiniones y groserÃas publicadas ante el dudoso fenómeno. Los finalistas que jugaban de local, Nacional de MedellÃn solicitan que le den la copa por ganada al Chapecoense, los muertos en el accidente. Miles de personas se auto convocan en ambos estadios. Trece mil nuevos socios se afilian al club del siniestro, desde todo Brasil mientras absolutamente nadie de Colombia pide que le devuelvan el dinero de las entradas del partido que no fue. El oro y el barro, ahora más barro que nunca, en la ladera colombiana que sepultó las ilusiones del equipo brasileño y sus acompañantes ¿Existe Dios? Sin duda que de existir, gusta de los juegos de azar.
El avión cayó y más de setenta personas fueron devoradas. Absurdo y caprichoso, el destino de los que ahora están y no están, porque no subieron al avión y de aquellos que sí lo hicieron pero ya no, porque no existen, al menos en este plano. Mientras ríos de tinta tratan de explicar lo inexplicable.
"Dios no solo juega a los dados sino que a veces los lanza donde no podemos verlos" es una respuestade Hawking a la original frase de Albert Einstein. Durante muchos años, Einsten, mantuvo un debate contra otros grandes físicos de su tiempo por la física cuántica (rama de la física que sus teorías ayudaron a crear), a la larga esta teoría significa que la base estructural de nuestro universo es de hecho caótica y desorganizada. El autor de la teroría de la relatividad no podía concebir esta visión ya que por lo menos en sentido macroscópico el universo sigue cierto orden, es ahí cuando lanza su frase más conocida "Dios no juega a los dados con el universo" que de hecho es un resumen la frase completa es: "Tú crees en un Dios que juega a los dados y yo creo en una ley y un orden completos en un mundo que existe objetivamente." Aunque la frase sí implica un contenido religioso se refiere más a un debate científico, donde Einstein entiende que el universo debe tener una base estructural ordenada mientras que los físicos cuantícos (como Max Born a quien va dirigida esa frase) aseguran que es un caos azaroso casi como lanzar un dado y esperar que salga un 6.
Con todo esto muchos años después el paralítico más famoso del mundo,Stephen Hawking, asegura que no solo la base estructural del universo es caótica sino que además en muchos casos no es siquiera conocible diciendo: "Dios no solo juega a los dados sino que a veces los lanza donde no podemos verlos". Quisiera que alguna vez, en aquel espacio atemporal de la in-formación, tal como lo describe Ervin Laszlo, se juntaran los dos a debatir, para ver quien convence a quien.