EDITORIAL | Autor: redacción | 23-12-2016
¿Qué le pedirÃas?
Navidad 2017
En una ciudad que tiene el récord de desocupación, donde la inacción polÃtica y la operación de siniestros sectores del establishment y la oposición local han mellado la credibilidad del gobierno, es difÃcil pensar en los deseos para el 2017. Seguramente todos los que habitamos esta ciudad esperamos un futuro mejor, con salud, educación de calidad, limpieza en las calles, sin baches ni trapitos, con un tráfico automovilÃstico organizado, sin tantos delincuentes en las calles ni tanta droga comercializada en la puerta de los colegios. Claro, Arroyo nos debe unas cuantas asignaturas, pero nosotros tenemos que hacer algo más que escribirle una carta a Papá Noel, en este fin de 2016 y principios del 2017.
En una ciudad que tiene el récord de desocupación, donde la inacción política y la operación de siniestros sectores del establishment y la oposición local han mellado la credibilidad del gobierno, es difícil pensar en los deseos para el 2017. Seguramente todos los que habitamos esta ciudad esperamos un futuro mejor, con salud, educación de calidad, limpieza en las calles, sin baches ni trapitos, con un tráfico automovilístico organizado, sin tantos delincuentes en las calles ni tanta droga comercializada en la puerta de los colegios. Claro, Arroyo nos debe unas cuantas asignaturas, pero nosotros tenemos que hacer algo más que escribirle una carta a Papá Noel, en este fin de 2016 y principios del 2017.
Sobre finales de 2016, la imagen positiva del actual intendente de General Pueyrredon, Carlos Fernando Arroyo, alcanza menos del cuarenta por ciento. Esto implica un deterioro de su imagen progresivo y vertiginoso a lo largo de sus doce meses de gobierno. Más aún si se tiene en cuenta que Arroyo asumió el Ejecutivo con una imagen positiva superior al 70 por ciento. Por otro lado, la imagen positiva de gestión de gobierno municipal apenas alcanza menos del 30 por ciento. Casi el 75 por ciento de la gente desaprueba su gestión.
En estas circunstancias, la navidad viene con cierta desazón en un marco de problemas políticos nacionales que tampoco contribuyen mucho. Feliz Navidad, como sea, y los deseos de que este amargo presente sea el fondo del valle que, invevitablemente, hubo que transitar para salir de las situación incómoda heredada por la gestión anterior.