EDITORIAL | Autor: redacción | 23-01-2017
¿Qué pasó con el periodismo audaz?
El peligro de la hegemonÃa en el poder
No hace mucho más de un año, habÃa un grupete de periodistas mediocres, a la sazón noteros, que amparados en el dinero K oficialista en aquel entonces, hostigaban a toda persona con cierta fama que se atreviese a pensar distinto. La dinámica era siempre la misma: se lo seguÃa en un espacio público, se lo enredaba en un concepto, se lo editaba y luego (con esa vocecita de corneta en off) se armaba una nota. El cambio de la manija en el poder está produciendo un ruido distinto: estos repugnantes seres están desapareciendo o han desaparecido en forma silenciosa de los medios. Se los confina a hablar de sexo en la radio o de qué se puso para una salida hot una modelo, pero se los quitó de la agenda polÃtica nacional. Antes, aunque estaba vilmente manipulada, al menos existÃa. El riesgo de caer un un discurso hegemónico que favorezca al gobierno es cada vez mayor, y el costo lo vamos a pagar todos los argentinos, dentro de 10 años, seguramente, sino antes.
No hace mucho más de un año, había un grupete de periodistas mediocres, a la sazón noteros, que amparados en el dinero K oficialista en aquel entonces, hostigaban a toda persona con cierta fama que se atreviese a pensar distinto. La dinámica era siempre la misma: se lo seguía en un espacio público, se lo enredaba en un concepto, se lo editaba y luego (con esa vocecita de corneta en off) se armaba una nota. El cambio de la manija en el poder está produciendo un ruido distinto: estos repugnantes seres están desapareciendo o han desaparecido en forma silenciosa de los medios. Se los confina a hablar de sexo en la radio o de qué se puso para una salida hot una modelo, pero se los quitó de la agenda política nacional. Antes, aunque estaba vilmente manipulada, al menos existía. El riesgo de caer un un discurso hegemónico que favorezca al gobierno es cada vez mayor, y el costo lo vamos a pagar todos los argentinos, dentro de 10 años, seguramente, sino antes.
El cambio de clima y de estilo no mejoró la labor periodística. Por cierto, este gobierno, experto en redes sociales, va dirigiendo desde otra óptica el discurso. Sin estar en franca oposición, instamos a todos los lectores a tener "atentas las neuronas" como decía Tato Bores. Ah, por cierto, Sebastián, su sucesor, ha dejado la columna de los domingos del medio gráfico más famosos del país, que en otras épocas era la tribuna que morigeraba al otro "Club de los Malos" que habitó 12 años la rosada.