EDITORIAL | Autor: redacción | 31-01-2017
Como billete de 7 dólares
Falsedad en los gobernantes
Es una constante, casi universal. Cuanto más se asciende en la pirámide del poder más se necesita de una cuota de falsedad e hipocresÃa. Claro, la excepción podrÃa ser Donald Trump, un impresentable sin filtro antes, durante y ahora, que es presidente. Pero por nuestras latitudes, ni siquiera son tan "brutalmente honestos" con nosotros quiénes tienen la responsabilidad de gobernar. Hombres sonrientes que juegan al tejo, mujeres dulces con look de Heidi y señores mayores sin paciencia parecen ser la clave de lo que debemos soportar, por ahora, tres años más, con opción a siete; todo en Argentina se suele pensar para dos mandatos y...
Estamos en un proceso difícil, el del "vuelva usted mañana", dirían en España. Los que gobiernan le comienzan a tomar el gusto a la rosca, cierran filas con sus amigos, excluyen a los que no lo son, al menos en esta etapa, y comienzan a darle forma a un gobierno anodino, con baja aceptación popular, ceniciento, estancado, que no ha traído más que sacrificio para los sectores más vulnerables.
El país, la provincia y la ciudad, alineados bajo el paraguas de Cambiemos, ha demostrado sangre, sudor y lágrimas. Poca pericia para sortear a la oposición, cero tacto para encarar temas álgidos y cierta tendencia a la "tilinguería conservadora". Así las cosas, cada día se hace más complicado recordar a los impresentables del mandato anterior, o achacarle alguna responsabilidad sobre este amargo presente. Empresarios descarazonados, PyMEs complicadas, expulsión de empleados del mundo laboral, el comercio partido en dos, casi de rodillas, el puerto pidiendo limosna, parece ser el punto de partida del año. En Mar del Plata, el año en serio parece comenzar en Febrero. Enero 2017, mejor olvidarlo. El dicho de "falso, como billete de 7 dólares" le cabe o le "recabió" (como dicen los pibes) al gobierno actual, al menos hasta hoy.