EDITORIAL | Autor: redacción | 24-02-2017
El desapego a las normas
Conducir y conversar por teléfono
La ley, por dura que sea, es la ley. El intendente, la secretaria de Educación y las autoridades del ejecutivo, en uso de sus facultades, seguro que pueden ir a un establecimiento municipal a pedir documentación. Eso no es un apriete. Claro que conversar por teléfono mientras se conduce es un hecho punible por la ley, que sucede al lado del intendente, mientras mira para otro lado. En lo pequeño como en lo grande, si las cosas a su alrededor suceden simplemente dentro y fuera de la ley y a él le da lo mismo, es muy poco lo que podemos esperar en cuestiones mayores. Ni la hipersensibilidad colectiva de los docentes, que se sintieron apretados, ni lo absurdo de vulnerar las leyes en nuestra propia cara. Lo bueno serÃa tener un gobierno un poco más serio, donde el bien, sea simplemente el bien común y en donde infligir la ley no fuera un hecho cotidiano.
La ley, por dura que sea, es la ley. El intendente, la secretaria de Educación y las autoridades del ejecutivo, en uso de sus facultades, seguro que pueden ir a un establecimiento municipal a pedir documentación. Eso no es un apriete. Claro que conversar por teléfono mientras se conduce es un hecho punible por la ley, que sucede al lado del intendente, mientra mira para otro lado. En lo pequeño como en lo grande, si las cosas a su alrededor suceden simplemente dentro y fuera de la ley y a él le da lo mismo, es muy poco lo que podemos esperar en cuestiones mayores. Ni la hipersensibilidad colectiva de los docentes, que se sintieron apretados, ni lo absurdo de vulnerar las leyes en nuestra propia cara. Lo bueno sería tener un gobierno un poco más serio, donde el bien, sea simplemente el bien común y en donde infligir la ley no fuera un hecho cotidiano.