¡Elena no!

Macri y los piquetes

El rara vez simpático y bajito mediático Baby Etchecopar dijo (en referencia a la represión del piquete) "hoy estoy feliz, al fin vimos los palos". Si bien es una persona ególatra y descentrada, que vivió de las migajas de los poderosos poniendo cara de malo y diciendo lo que otros no se atreven, el enano Etchecopar tocó la fibra sensible de la sociedad. El único que se puede arrogar el uso de la violencia organizada es el Estado, en protección de su conjunto, cuando una minoría intenta vulnerar reglas. Esto que es así, y punto, por definición, sigue siendo materia de opinólogos y de risas y burlas. Policías heridos en la represión no deben estar tan contentos de que hayan aparecido los palos, por ejemplo, y están del mismo bando que Baby ¿O no? 

“Esos negros de mierda se reproducen como lauchas", dijo el conductor del “Ángel del mediodía”, Baby Etchecopar, vomitó insultos racistas durante tres minutos y dieciséis segundos en su programa de radio. Claro que así tampoco se construye una sociedad. Diría, en primera persona, que eso fomenta lo otro, aquellos doce años miserables de progresismo ficticio. Seres despreciables como Baby fogonean la aparición de seres despreciables como Cristina, De Vido, Insfrán, Gioja, que, amparados en el maltrato clasista hacia los pobres y la supuesta reinvindicación, han cometidos todo tipo e tropelías.

Así ni, pequeño Baby. Mejor ponele un poco de talento al programa y buscate sponsors más ecuánimes.