EDITORIAL | Autor: redacción | 10-04-2017
Llueve sobre mojado
Desarrollo social colapsado
Seguramente la Secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, tiene derechos y está asistida por el Estatuto del Municipal para solicitar tres dÃas de licencia y empalmarlos con los feriados de Semana Santa y asà tomarse una semanita en Brasil. Seguramente que ella tiene detrás un equipo de acción social trabajando en las contingencias de la ciudad por el temporal que nos azota como hacÃa tiempo no sentÃamos. Lo que ocurre es que suena cuanto menos inoportuno que un funcionario esté fuera de su puesto en medio de una catástrofe, sobre todo porque, aún cuando se pague de su bolsillo el viaje de placer, suena muy inequitativo el hecho de estar ausente de los que sufren en serio esta gravÃsima catástrofe climática. Tal vez un paÃs en serio se construya con conductas serias, paso a paso, dÃa a dÃa, funcionario a funcionario, ciudadano a ciudadano. Pequeñas inequidades cotidianas como esta, hacen esta gran injusticia en la que se transformó Mar del Plata, que alguna vez fue llamada "La Ciudad Feliz". Ah, si alguien la ve por Brasil a Vilma que le avise que por acá llueve sobre mojado.
Seguramente la Secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, tiene derechos y está asistida por el Estatuto del Municipal para solicitar tres días de licencia y empalmarlos con los feriados de Semana Santa y así tomarse una semanita en Brasil. Seguramente que ella tiene detrás un equipo de acción social trabajando en las contingencias de la ciudad por el temporal que nos azota como hacía tiempo no sentíamos. Lo que ocurre es que suena cuanto menos inoportuno que un funcionario esté fuera de su puesto en medio de una catástrofe, sobre todo porque, aún cuando se pague de su bolsillo el viaje de placer, suena muy inequitativo el hecho de estar ausente de los que sufren en serio esta gravísima catástrofe climática. Tal vez un país en serio se construya con conductas serias, paso a paso, día a día, funcionario a funcionario, ciudadano a ciudadano. Pequeñas inequidades cotidianas como esta, hacen esta gran injusticia en la que se transformó Mar del Plata, que alguna vez fue llamada "La Ciudad Feliz". Ah, si alguien la ve por Brasil a Vilma que le avise que por acá llueve sobre mojado.