EDITORIAL | Autor: redacción | 08-05-2017
Pero el amor es más fuerte
Y la derecha no gana
Cuando Marine le Pen se enteró que habÃa perdido se puso a bailar. Algunos dicen que fue porque la derecha consiguió una repuntada histórica. Por caso, Marie sacó 18 puntos más que su padre, Jean-Marie Le Pen, en 2002, aunque no llegó al 40 % que esperaba. El arrollador triunfo de Macrón igual le dejó ánimo para bailar: tal vez en Argentina lo harÃa con aquel tema del legendario Tanguito ´El amor es más fuerte´, y vaya si lo es. El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron trae consigo una inusual y romántica historia con su esposa que tiene más de 20 años más que él. Se conocieron cuando él tenÃa 15 años y ella era su profesora de teatro en el liceo La Providence de Amiens.
Mientras el mundo habla del rutilante triunfo del presidente más joven de la historia de Francia y el más joven del mundo en la actualidad, el amor como vínculo puede se la fuerza, la energía, que comience por explicarlo todo. La relación entre el alumno Macron, por aquel entonces y la profesora Brigitte Trogneux, preocupó tanto a los padres del joven que decidieron sacarlo del liceo y hacer que terminara el secundario en París, donde luego estudió Ciencias Políticas e ingresó al ENA (Escuela Nacional de Administración), donde se forman las élites del país.
Sin embargo, él con 17 años le prometió que algún día se casaría con ella y 20 años después, en 2007, cumplió con su cometido. Brigitte Trogneux es el nombre de la hoy consagrada primera dama cuya edad (64), tres hijos y siete nietos, no le impidieron ni le impiden apostar al amor de su vida, jugarse por una ilusión y dar vuelta la tortilla de la sociedad flemática, que ve con simpatía un presidente como Trump con una esposa mucho menor que él, pero critica la inversa. O, por el contrario, a aquellos que critican al viejo millonario estadounidense y callan esta diferencia por considerarla decorosa.
En un país como Francia, más acostumbrado a ver a la Primera Dama como una figura secundaria, casi fantasmal perdida detrás del brillo del presidente, Trogneux representa un cambio de paradigma. Y desde en un país como aquel, tan vinculado a los intereses con el nuestro, (aunque aún no tomemos verdadera consciencia de ello) no sopla una brisa de amor, que nos indica que aún no todo está perdido.