EDITORIAL | Autor: red | 13-06-2017
El desaparecido y su búsqueda de 78 años
Del vacÃo existencial y la muerte
"Gracias a Argentina ahora podré enterrar a mi padre" dijo Ascensión Mendieta, quien logró recuperar los restos de su padre fusilado en 1939, después de que la jueza MarÃa Servini ordenara buscarlos en dos fosas comunes de un cementerio de Guadalajara, España. Parece increÃble que la barbarie de aquella Guerra Civil Española, cuyas heridas nunca se cerraron, tenga en nuestro paÃs, a partir de una decisión judicial, el puntazo inicial, ejemplificador, de un poder judicial que se niega a barrer debajo de la alfombra. Es loable que cualquier ser humano sepa donde descansan los restos de sus seres queridos. Aquellos que en vida fueron maltratados y fusilados cruelmente, enterrados en fosas comunes, y que nunca tuvieron su digna sepultura podrán, tal vez y a partir de ahora, tener una nueva esperanza. Nuestra justicia, por supuesto, tampoco es perfecta y ha ocultado por motivos polÃticos otros temas. Quizás aquÃ, donde nuestro paÃs muestra al mundo el ejemplo del "Nunca más", somos dignos de ser observados, y por que no, de admiración.
Esta ciudadana española, Ascensión Mendieta, hoy una anciana de 91 años, que se convirtió en un símbolo de la lucha contra los crímenes del franquismo, logró recuperar los restos de su padre fusilado en 1939, después de que la jueza María Servini ordenara buscarlos en dos fosas comunes de un cementerio de Guadalajara, España, como parte de la denominada “querella Argentina”. Ahora sí que podrán descansar en paz. Qué bueno que sucedan episodios como este. Que lindo sería que sucedan muchos más, de justicia reparadora, en nuestra misma patria.
“Gracias a Argentina ahora me voy a poder morir tranquila”, dijo entre lágrimas Mendieta, la querellante más longeva de la causa iniciada en Argentina para esclarecer los crímenes cometidos por el régimen del general Francisco Franco (1936-1975), única en el mundo interpuesta contra los crímenes del franquismo.
Y el "Generalísimo", desde el "Valle de los Caídos", con polémica mediante, se retorcerá de bronca en la partida despareja y eterna de la guerra y la paz. Y todos los que tuvimos algún pariente caído en manos de esta intolerancia casi ocho décadas después, reímos y de buena gana.