Si el paro docente, en vísperas de reanudar las clases tras las vacaciones de invierno, es casi un hecho, los culpables también quedan bien identificados. El gobierno, en primer lugar, es el mayor responsable porque sigue haciendo oídos sordos. Los sindicalistas, casi a la par, por su falta de sensibilidad con las familias bonaerenses que quieren que sus hijos tengan el derecho a ser educados. Los docentes, entre dos fuegos, paran o trabajan pero generan incertidumbre en cualquiera de los dos casos. Así las cosas el conflicto va para largo: "Mariú", esperá sentada.

La miseria humana no reconoce límites. Independiente goleó 8 a 0 a Central Ballester, el humilde equipo de la Primera D que, a la sazón, le tocó como rival en 32 avos de la Copa Argentina. Mucho se habló de este resultado y el debate se instaló en las redes sociales: de un lado, los que pidieron que no hacía falta llegar a tantos goles frente un equipo totalmente amateur; y del otro, los que sostienen que la mejor manera de mostrarle respeto al rival es jugando el partido "en serio". Ahora, dejar a los pibes esperando como mendigos para intercambiar la camiseta después del partido, es un gesto cobarde e indigno de un equipo de primera, claro que de "esa materia" nuestro fútbol no aprobó ningún parcial y, mucho menos, la cursada.

Sur, paredón y después... Olivos, una cena y después... un tango, como si se tratase de la parodia de lo que nunca se mueve. Una suerte de "Esperando a Godot", pero con personajes de la vida real más absurdos que los que se propone aquel libreto. Acusados de todo y absueltos por nada. La vida misma hecha una cena que echa de menos aquellos viejos tiempos.

La recaudadora de Cambiemos en la campaña de 2017 fue designada como contadora general de la provincia de Buenos Aires. Luego de las irregularidades de los aportantes truchos, la gobernadora debió pedirle la renuncia a la funcionaria. Vidal habló la semana pasada de “una denuncia del kirchnerismo“, pero ahora aseguró: "Voy a dar la cara". Seguramente, de ser así, una buena parte del témpano de corrupción en el financiamiento de las campañas electorales, sin importar de qué partido es, quedará al descubierto. ¿O seguirá la gobernadora con cara de Heidi fingiendo que no sabe nada?

Pasado el mundial y el "sacudón cambiario", por estas jornadas el peso le gana al dólar ¿Eso es normal? En Argentina todo puede suceder. En la antesala de otro súper martes, hay razones empíricas que explican por qué, por ahora, el peso le gana al dólar. Se vienen días de movimientos de carteras y seguirá la pulseada entre la moneda local y la estadounidense. La demanda de Lebac y bonos en pesos siguió en crecimiento mientras el billete verde se quedó quieto. Si bien se espera que en el segundo semestre el dólar suba más moderadamente de lo que hizo en el primero y que las ganadoras sean las tasas de interés, no hay que confiarse. "Esto sí que es el País de las Maravillas (economías mágicas)".

En el mundial de 1978 el francés Trésor, hombre de color, o negro, como se lo llama habitualmente, era el toque étnico de la selección de Francia, que integró el grupo B junto con nuestro país, Hungría e Italia. En aquella época se debatía si era "lícito" que un negro jugase en la selección de Francia. Claro que era otra época y otra era la sociedad. En esta selección que disputó y ganó la final del mundial 2018, ocho franceses de origen africano fueron titulares y tan solo tres de raza blanca integrarán la plantilla que saltará al césped. Ante la evidencia la sociedad racista francesa hubo de rendirse y venerar a aquellos que durante décadas despreció.

El mundo está lleno de idiotas luchando contra cretinos por una sociedad injusta. Mientras estuvimos atontados un par de días frente al TV esperando que rescaten a doce niños tailandeses, nos colaron otro aumento de nafta, Macri cerró otros acuerdos con el fondo y el mundo siguió girando. La vida sigue, aún cuando los mediocres parecen ir ganando la batalla por goleada.

Disputados sesenta partidos del Mundial Rusia 2018 sólo quedaron cuatro equipos, que casualmente jugarán los cuatro partidos más importantes de la copa: los dos de la semifinal, el partido por el tercer puesto, que jugarán los perdedores de las semis, y la gran final. Así, Francia, Bélgica, Inglaterra y Croacia, que bajó al local de la copa por penales, son los verdaderos protagonistas del mundial. Pensando que Argentina podría ser uno de esos cuatro equipos, como cuatro años atrás cuando llegamos a la final de Brasil, podemos decir que este ha sido el gran mundial del fracaso. Si lo miramos como la media de lo que ha hecho Argentina en los mundiales, esto ha sido algo normal. Suecia en 1958, Chile en 1962, Inglaterra 1966 y Alemania 1974 fueron mundiales de frustraciones. En México 1970 ni siquiera llegamos a estar entre los 16 equipos que por aquel entonces jugaban el mundial. El ´82, ´94 y ´98 fueron mundiales en los que perdimos de forma similar a este Rusia 2018. En 2002, sumidos en la crisis de todo el país, no pasamos la primera ronda. 2006 y 2010 nos fuimos por Alemania, que nos derrotó en la final de 2014. Pasos más,pasos menos, no somos los mejores ni vamos a serlo, aunque alguna vez volvamos a ganar un mundial.

Son días aciagos. "Al igual que en tantas otras aciagas revueltas de su vida, se enconaba con la gigantesca concentración de riesgos" dijo un escritor sobre un presente indefinido, que podría ser, a la sazón, Argentina 2018. Fuera del mapa del mundo, no solo en el mundial, sino en el GPS de los inversores, endeudados, improductivos y recesivos, los argentinos nos dejamos tomar una foto para Instagram con media sonrisa o amargura, en efecto boomerang y con música de fondo. Y como cart´n lleno, la bolilla que faltaba: Lilita Carrió, líder de la Coalición Cívica y socia fundadora de Cambiemos pidió que la clase media "dé propina y apague el televisor" para paliar la crisis.

¿Cómo impacta el dólar a más de $ 29 en el consumo y la economía cotidiana? Básicamente todo se mueve en un país virtualmente dolarizado. El ahorro, los precios de productos y servicios, los viajes al exterior, la compra de electrodomésticos e inmuebles son algunos de los rubros que inexorablemente deberán acomodarse al nuevo valor del dólar y eso trae consecuencias fatales para la capacidad de consumo de la población en general. Marchamos directamente a un escenario de desaceleración y, cuando no, recesión económica.